Te contamos todo sobre el esguince de tobillo
Los esguinces son las lesiones más frecuentes en la actividad traumatológica y, dentro de ellos, el esguince de tobillo es el más común (1:10000 hab/día). El mecanismo lesional es siempre indirecto, siendo un movimiento forzado torsional el que provoca la distensión de los tejidos capsulo-ligamentosos. El movimiento más frecuente es una inversión forzada del pie (equino+supinación) . El movimiento contrario o equino-eversión se produce menos.
La distención se produce más frecuentemente en los fascículos ligamentosos de la región externa del pie. La parte interna se suele dañar menos.
Se han descrito numerosos sistemas de clasificación de los grados de un esguince agudo del tobillo (anatómicamente en función del número de ligamentos afectados) . Tradicionalmente han sido clasificados basados en signos clínicos y alteración funcional en tres grados de esguince de tobillo:
1. Grado I: lesión parcial de un ligamento sin pérdida funcional o con limitación leve (el paciente puede caminar con apoyo total y dolor mínimo). Edema e inflamación leve, sin inestabilidad mecánica (examen clínico de inestabilidad negativo) y las fibras ligamentosas están distendidas pero intactas. Lesión microscópica. El tratamiento en este caso va a consistir desde el primer día en ejercicios de fortalecimiento de la musculatura accesoria y ganancia propioceptiva.
2. Grado II: Lesión incompleta de un ligamento, dolor y edema moderados. Discapacidad funcional moderada, equimosis leve-moderada, edema sobre las estructuras afectadas, limitación parcial de la función y el movimiento (el paciente tiene dolor cuando apoya o camina). Inestabilidad leve o moderada al examen clínico de inestabilidad unilateral con datos positivos leves. Algunas fibras están parcialmente desgarradas. El tratamiento en este caso va a consistir durante la primera semana en disminuir la inflamación y el dolor mediante técnicas antiinflamatorias, la segunda y tercera semana de tratamiento realización de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura accesoria y ganancia propioceptiva.
3.- Grado III: Lesión completa con pérdida de la integridad del ligamento, edema y equimosis severa. Pérdida de función y movimiento (el paciente es incapaz de caminar o apoyarse). Inestabilidad mecánica. Los ligamentos están completamente desgarrados y no son funcionales. Lesión total de todos los fascículos (ruptura).
El tratamiento a veces en estos casos es quirúrgico, si así lo estima el traumatólogo. Hay casos en los que no es necesario pasar por quirófano. Si no es necesario, el tratamiento es con inmovilización varias semanas. Tras la inmovilización disminuir la inflamación y el dolor mediante técnicas antiinflamatorias, posteriormente, cuando el dolor remite, la movilización activa articular parece mejorar los rangos de movilidad articular y el balance. Se aconseja un programa de ejercicios isométricos de inversión- eversión- flexión dorsal y flexión plantar; ejercicios de propiocepción para mejorar la estabilidad los primeros días tras la inmovilización.
La última fase de tratamiento va a consistir en la realización de una readaptación de la lesión personalizada. Visita nuestro centro de fisioterapia en Dos Hermanas y te ayudaremos a superar tu lesión.
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