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Lumbalgias por hernias discales

hernia discal

Las lumbalgias es una de las causas de baja laborales más frecuente en nuestro país y muchas veces se encuentra provocada por protrusiones o hernias del disco lumbar. El dolor de espalda es un problema importante tanto para los pacientes que lo sufren, en primer lugar, como para los profesionales de la salud y para la sociedad en general. Su origen puede ser diverso, al igual que su localización, que puede ser cervical, dorsal, lumbar, etc. Su revisión y la importancia de la fisioterapia en su tratamiento es a lo que se dedica el presente artículo.

Aunque generalmente esta afección se ve asociada con el origen de lumbago o dolor lumbar, una persona diagnosticada con una hernia discal lumbar no siempre presenta síntomas como la lumbalgia. Entonces ¿cómo se reconoce una hernia discal lumbar?, la manera correcta de poder llegar a su diagnóstico es a través de pruebas de imagen, en concreto resonancia magnética a través de las imágenes interpretadas por un médico radiólogo o especialista que emita el informe.

Los síntomas dependen de entre otras cosas, de la ubicación del disco herniado y si está presionando los nervios o no. Pero los más comunes pueden ser, dolor a nivel dorso-lumbar, limitación de la movilidad, hormigueos y falta de fuerza en miembro inferior, aparición de contracturas. Si no se comprime los nervios, esta afección puede continuar sin ocasionar dolor y fallas neurológicas. Por lo tanto, se considera un caso asintomático que no tiene que ser tratado.

La región lumbar dispone de un total de 5 vértebras (L1, L2, L3, L4, L5 la cual se articula con la primera vértebra del hueso sacro). Entre cada dos vértebras, hay unas estructuras llamadas discos intervertebrales, las cuales se encuentran próximas a la médula espinal y las raíces nerviosas espinales. El disco intervertebral está constituido por una cubierta de tejido conectivo altamente resistente (anillo fibroso) y un núcleo gelatinoso (núcleo pulposo). Estos discos son los que se encargan de recibir y distribuir el peso que recibe el cuerpo. contribuyen a la estabilizacion de la postura, mantienen cada movimiento y amortiguan las cargas axiales durante el mismo. No es de extrañar que se vayan degenerando con el paso del tiempo dando como resultado la protusión y su consiguiente herniación del disco o nucleo pulposo. Las hernias más comunes se producen entre las vértebras L3-L4 y L5 y primera vértebra sacra.

Pasos para un correcto tratamiento fisioterapéutico en lumbalgias motivadas por hernia discal

Es necesario una previa valoración postural y muscular para identificar todos aquellos factores que nos encamine a dar con la causa principal del origen del dolor lumbar. Una vez que se produce la herniación del disco intervertebral, el tratamiento fisioterapéutico no restaura la función de los discos lesionados si el volumen ya se ha reducido significativamente por la fuga del núcleo pulposo. El objetivo del tratamiento es fomentar el proceso de regresión natural del disco con diferente medidas y herramientas terapéuticas, lo que consecuentemente ocasiona la reducción de los síntomas presentes.

En STC Fisioterapia, como especialistas en fisioterapia de Dos Hermanas, el tratamiento de elección es indicar movimiento y ejercicio terapéutico guiado siendo esta la medida más efectiva para prevenir el empeoramiento. Cuando los síntomas de dolor son muy agudos, iniciaremos un protocolo de técnicas antiinflamatorias como electroanalgésia, neurodinamia, masoterapia suave y ejercicio isométrico o sin movimiento, para reducir dolor y aumentar umbral de sensibilidad.

A su vez, el reposo y la inmovilización es contraproducente. Las intervenciones fisioterapéuticas que tienen un alto grado de efectividad basada en la evidencia cuando hay hernia discal son las siguientes:

Educación para el dolor.
• Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS).
• Terapia de tracción.
• Termoterapia.
• Manipulación vertebral.
• Técnicas manuales de acupresión y relajación miofascial.
• Técnica de ventosas o cupping.
• Ejercicios de estabilización del CORE.
• Ejercicios de fortalecimiento.
• Ejercicios de estiramiento.
• Técnicas de Neurodinamia.
• Gestión del estrés y ejercicios de relajación: reduce la tensión de espalda.
• Gimnasia postural o Reeducación postural global (RPG)

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